miércoles, 8 de marzo de 2017

domingo, 27 de noviembre de 2016

Muerte de Fidel Castro

La muerte de Fidel Castro me ha pillado haciendo turismo en Francia, pero me gustaría escribir algunas cosas que me parecen interesantes. Lo poco que entendía de la televisión francesa eran las imágenes, y alguna palabra suelta, pero he visto muchos especiales sobre la revolución y el papel que jugó Castro en la misma. Por cierto, también este fin de semana se estaban produciendo las primarias del partido conservador francés y es envidiable el nivel de los debates políticos que ellos tienen. Mientras que allí todos respetan el turno de palabra, escuchando al otro y mostrándose respetuoso; en España tenemos a gente como Eduardo Inda y programas como la Sexta Noche, donde ya sabes qué va a decir cada uno de los tertulianos antes de que empiecen a hablar, si es que ese día se dejan hablar entre ellos. Deberíamos tomar ejemplo de esa gente.
 
Volviendo al tema, ya en España me he informado un poco sobre lo que sucedió y sobre cómo han tratado los grandes medios de comunicación la noticia. Me estoy refiriendo a periódicos como El País o cadenas de televisión como Antena3. Si tuviera que definir con una palabra lo que ha sido su cobertura, esa palabra sería ESCÁNDALO. En todos estos medios, dirigidos por los mismos lobbys de poder, dicho sea de paso, se proyectaban casi unilateralmente las opiniones de los "gusanos" (me refiero, sin ningún resquemos, a aquellos que abandonaron Cuba y se fueron mayoritariamente a Miami, donde se dedican a criticar el castrismo porque, en la mayoría de las ocasiones, la revolución les quitó las tierras a sus abuelos, que en terminología marxista serían los burgueses. Gajes de las revoluciones que llevamos "sufriendo" desde la Revolución Francesa). Lejos de mostrarse apesadumbrados por la muerte del "comandante", o por lo menos indiferentes, en las imágenes de Antena3 se los ve manifestándose por las calles de Miami CELEBRANDO la muerte del que para ellos ha sido el dictador cubano. Y sí, estoy convencido de que hay cubanos que se apenan por la muerte del que para ellos fue su líder. Hace unos años estuve en Cuba y la gente me hablaba de él como una figura paterna. También había disidentes, por cierto, que hablaban abiertamente de forma negativa sobre el castrismo sin que por ello fueran "desaparecidos".
 
Al margen de la manipulación de los medios de comunicación al ofrecer la opinión de sólo una parte, algo que se puede ver a diario en casi cualquier noticia sobre la penosa vida política de nuestro país, me gustaría dedicar unas palabras respecto a la extraña forma de guardar luto que tienen los cubanos exiliados. Imaginemos por un instante que en España se muere el jefe de Estado. ¿Creéis que en los grandes medios sacarían a gente alegrándose de su muerte? Definitivamente no.

viernes, 2 de octubre de 2015

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Las hojas de los árboles habían caído con la fíbrica idea de juntarse todas en pequeños montones. Se disponían en rectas imperfectas, casi pidiendo que saltases encima de ellas. Los árboles, que con tanta delicadeza las habían madurado, ahora estaban desnudos antes el frío de las miradas indiferentes. Las hojas no estaban tan solas. Habían encontrado pronto un amigo que las hacía pegar saltitos, dividiendo los montones y volviendo a unirlos. Sus soplidos eran breves, pero intensos. Las nubes de las que venían no parecían contentas y se arremolinaban unas contra otras. Emperifolladas hasta el extremo, con ropas de tonalidades frías que contrastaban con las cálidas hojas.
Las hojas y el viento parecían divertirse con sus juegos acompasados en aquel parque. Solo un ser capaz de unir el contraste entre lo frío y lo cálido de aquel día estaba presente. Yo. Yo conmigo mismo, perdiendo la mirada entre árboles y un columpio. Un columpio de colores espantosamente llamativos que, una vez más, contrastaban con todo lo que allí se veía. Las cadenas que sujetaban el asiento a la estructura eran metálicas y robustas. Esto impedía que el viento jugase en el columpio y se olvidase de las hojas.
Nada en especial pasaba por mi mente en aquel momento. Las imágenes de mis años de infancia me contemplaban congeladas en el tiempo. En aquel columpio conocí a mis tres mejores amigos de aquellos años. Éramos inseparables. Hoy solo tengo el número de teléfono de uno y ni siquiera le llamo. En aquel otro banco di mi primer beso. Necesitaba un beso como aquel para entrar en calor en ese momento. Ni la bufanda, ni el gorro que me había regalado mi abuela eran capaces de acabar con el juego entre el viento y las hojas.
Absorto como estaba ante el resumen de mi vida, no me di cuenta de que un niño se acercaba. Sus pómulos rosados y su gorrito con el pompón colgando fueron la chispa final que encendió mis más gélidas emociones.
-¿Por qué llora señor? Mi papá siempre me dice que llorar es de niños, no de hombres.
Entre suspiros, acerté a responder a aquella tierna criatura que me hablaba.
-Si llorar no es de hombres, prefiero ser un niño.
El chiquillo parecía extrañado. No esperaba una respuesta tan complicada para su inocente mente y, como todos los niños ante algo que no les atañe, se  dio la vuelta y se marchó por donde había venido. Con sus rechonchas piernas en un combate a muerte por mantener el equilibrio. Al poco tiempo los sollozos solo fueron suspiros, y luego manchas rojas en la cara. Había pasado toda una vida en mi mente, pero todo seguía ahí. Las hojas se afanaban por no soltarse del grupo, pero alguna siempre caía ante el ímpetu del viento; el banco de madera enmohecida hacía gala de sus robustas patas negras clavas con firmeza en la arena; el columpio seguía ahí. Invitándome a dejar atrás todo lo que nunca había soñado.
Hasta Cristo para ser puro se sometió al pecado.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Sucede


 Sucede que los amores adolescentes

Son mecheros trucados con una gran llama.

Una gran llama a la que pronto se le acaba el gas.

Y el deseo desciende

Lento,

Tranquilo,

Chispeante,

Intermitente.

Y entonces te das cuenta. Nada es lo mismo.

 

Sucede que un día dejaste de gustarme.

Nuestro puente ya no podía estirarse más.

Había resistido terremotos,

Lluvias,

Pedradas,

Y algún que otro diablo con sus cuernos.

Y entonces te das  cuenta. Nada es lo mismo.

 

Sucede que a veces los pájaros ya no quieren volar.

Un día se despiertan y ya no quieren batir las alas.

Ese día sientes los golpes como máquinas de escribir.

PIM

PIM

PIM      

Y entonces te das cuenta. Nada es lo mismo.

 

Sucede que yo tuve el valor de hacerlo.

De decirte lo que sentía,

Que ya no  quería verte.

Y tu mirada se congeló expectante

Como si  esperaras que fuera una broma

De muy mal gusto.

Y entonces te das cuenta. Nada es lo mismo.

 

Sucede que ninguno de los dos era costurero.

Y tardamos tiempo en coser

Nuestros corazones

Rotos.

Pero con el tiempo tú conociste a otro

Y yo por fin me había conocido en otra persona.

Y entonces te das cuenta. Nada es lo mismo.

 

Por fin me doy cuenta. Nada es lo mismo.

viernes, 14 de agosto de 2015

Mi resumen sobre el viaje por Cuba

En general el viaje por la isla se me ha hecho muy corto. Me lo he pasado muy bien y sobretodo he aprendido mucho. Ha sido una buena mezcla de descanso y aventura tratando de averiguar cómo comeríamos ese día.
 
Lo cierto es que no diría que Cuba es un buen destino turístico. Realmente no tiene nada que no tengan otros sitios de los alrededores con añadidos. Por ejemplo para pagar un vuelo de esa distancia, creo que sería mejor ir a Perú que a Cuba. Ahora bien, en Cuba se encuentran cosas inmateriales que no podrías ver en ningún lugar del mundo.
 
Lo mejor que tiene Cuba es su gente. De verdad creo que no encontré a nadie que actuara con malicia. Es increíble cómo la gente puede ser tan sencilla y agradable. Además hay otro valor añadido que le da interés a la isla, el sistema político. Esta rareza -si se le puede llamar así- que es el socialismo cubano en un mundo capitalista, es una verdadera joya. Es una lástima que los diamantes pierdan brillo con el tiempo y que muchos traten de robarlos por envidia.
 
El viaje en sí no es muy caro si eres capaz de aproximarte aunque sea un poco al cubano de a pie. Un viaje de 19 días como el mío se puede hacer por 1.500€ con vuelo incluido. Incluso con algunas noches en un todo incluido y viajando con un coche privado como fue el caso. Pero estoy seguro de que todavía se podría hacer más barato comiendo desde el primer día en sitios sin lujos, aunque eso se debería pensar si realmente merece la pena.
 
Repetiría el viaje sin dudarlo, pero esta vez lo haría sin detenerme en los sitios turísticos. Disfrutando simplemente de la compañía de la gente sentado bebiendo un mojito. Así es como se disfruta Cuba, sin prisas y sin ser un verdadero turista.

miércoles, 12 de agosto de 2015

Penaltis

Ya estoy casi en el minuto 20 del partido
Y no he marcado goles,
Ni he hecho faltas,
Ni me las han hecho,                                                           apenas
Ninguna grada ha coreado mi nombre
Tampoco he regateado,
Ni he conseguido pasarte la bola.
 
 
 
 
No consigo soltar tu balón
Y yo siempre fallo los penaltis.

viernes, 7 de agosto de 2015

Día 19, las historias felices duran poco y tienen final.

Escribo esto desde el avión de vuelta de París a Madrid. En la mañana cubana vimos alguna cosa sin importancia que habíamos olvidado. También nos metimos en internet (no hay novedades serias) y fuimos a darle una camiseta a la mujer que nos había invitado a los batidos. Era lo menos que podíamos hacer, aunque al parecer sí que buscaba interés, porque además de darnos la tarjeta de visita de una casa para hospedarse, nos preguntó si teníamos puros para vendernos.
 
Volviendo a casa nos encontramos con un chico con el que habíamos hablado hace dos días, que estaba trabajando en la construcción. Nos pidió un favor que a nosotros no nos costaba nada y a él le haría muy feliz. Nos pidió que le mandásemos un SMS a una amiga suya que se encontraba en España y con la que no podía comunicarse. Solo quería decirle que se encontraba bien y que esperaba verla pronto. Por supuesto que lo haremos.
 
En la casa descansamos un poco y bajamos a comer unas pizzas grasientas y deliciosas. Después de alimentarnos, volvimos a la casa a ducharnos. Nos despedimos de los caseros y fuimos al aeropuerto. En la misma casa habían gestionado la recogida y el traslado. Lamentablemente el coche no era un americano de los años 50, pero era un coche soviético de los años 80 que no merece ningún desprecio. Estuvimos hablando con el conductor, que nos contó cosas como que él estaba ahorrando para comprarse un coche de hace más de 100 años. Me parece increíble que esos coches todavía funcionen. Por ejemplo su coche llevaba un motor de 2012 y así, cambiándoles las piezas, les alargaban la vida.
 
Una vez en el aeropuerto, como había que matar el tiempo ya que habíamos llegado con tiempo de adelanto, hicimos cuentas para ver si todo estaba bien. Por fortuna hemos controlado bien los gastos y todo está apuntado sin errores.
 
El viaje en avión no fue tan agradable como podría haber sido, porque unas chicas españolas que iban sentadas delante no hacían nada más que reclinar sus asientos hasta estar casi tumbadas. Nos estaban molestando y se lo hacíamos saber, pero no cedían a pesar de todo. Ni siquiera en las comidas. Volví a ver otra vez Good bye Lenin!. Sentado a mi lado iba un hombre checo ya mayor. Como las bebidas en el vuelo estaban incluidas, él lo aprovechó bebiendo incontables cervezas. Al final acabó contándome la historia de la cerveza checa y su relación con Cuba mientras que su mujer, sentada detrás se avergonzaba de su comportamiento. La verdad es que no estaba haciendo nada malo.
 
Para el vuelo de París a Madrid no hemos tenido que esperar demasiado, porque llegamos con retraso del vuelo de La Habana. Se tuvo que desviar bastante debido a los huracanes.